miércoles, 30 de diciembre de 2015

Después de la medianoche


después de la medianoche
del vino de la cerveza la sidra y el champagne
después de las luces y de las bombas
de los besos y los abrazos
de las lágrimas y las risas
de tu ropa interior blanca y
de tu rostro exterior maquillado

luego de la madrugada
de la salida obligatoria y casi vacía
luego del bailongo y los cigarrillos
de los besos luego escusados
con el ka’uregua ndoikei
de los exploradores ocasionales
de nuestros cuerpos desinhibidos

pasada ya la noche esperada
e iniciada la resaca dichosa
pasada la algarabía y asomado el sol
(que en su primera salida casi nunca disfrutamos)
pasados a veces pisados los buenos deseos
los platos rotos para tener trabajo
y las felicitaciones mecánicas

cuando despiertes
sea de tu sueño o de tus fantasías
cuando falte quien cambió el color de tu noche
y también el de tus ropas...
cuando quieras
pase lo que pase y aunque pase varias veces
recuerda que te estoy esperando...


Recordé este escrito, y sentí como actuales partes de él. Se los comparto, es del 2006.

martes, 29 de diciembre de 2015

Medida

kilómetros, metros, decímetros
años, meses, días

raro es pensar en una medida real para el amor
y sin embargo alguien lo hizo ya

no sé si recuerdan a San Agustín:
amor es la medida del amor

Experiencia


no tengo experiencia
pero me parece bien

desnudarnos
antes que desvestirnos

lunes, 21 de diciembre de 2015

Dudas de la noche pasada

Anís en grano o estrellado para el mate tempranero…?
Café o cocido para el desayuno, que tomabas bebido…
Alguna limonada contra el calor, o el terere invencible…?
Algún preparado gourmet, o el arroz con manteca de má…

Dudas malcriadas que no eran tales,
pues se te conocían las respuestas
dentro del tierno ritual del compañerismo.

Siesta veraniega en el piso o la hamaca…?
Fruta o yogurt para merendar, si Dios lo permitía…
Minutas compradas para cenar, o el arroz del día,
por lo mucho que te gustaba y para evitarle trabajo a má…

Dudas malcriadas que no eran tales,
y una nueva para la cual no tengo respuesta esta noche;
con qué vino duele menos tu recuerdo viejo?



miércoles, 25 de noviembre de 2015

Poema cotidiano


Miro por la ventana el horizonte
que sin prisa va haciéndose más claro,
me gusta la madrugada y su fresco.

Las luces de lejos no son iguales,
sus colores y formas son también música
que pasa veloz quedándose en el aire.

En parte, la gente no ha vencido al sueño,
está vestida para el día pero sigue ausente
y en parte, el sueño no acepta a ciertos despiertos.

A esa hora, ella ya está librando un combate,
y cuando le da fin, recoge su pelo a un lado
y me muestra su rostro regalándome una sonrisa.

Y me siento amanecido, me siento agradecido,
porque ella sonríe y vale todo...
La hora y 15 que estamos en el colectivo no la siento.

Formas...


Una con forma de nota musical,
otra con forma de clave de sol,
una que representa un silencio
y otra que aparenta una clave de luna.

Una que es una máscara sonriendo
y otra que la complementa trsite
una como faro y otra como laberinto…

Una forma infinita que gira,
y una llave para un punto final.
Las piezas de tu rompecabezas
son mágicas e irrepetibles,

y de ellas una aún me falta,
gusto de perderme queriendo encontrarla
y entre tanto el juego se hace eterno…

jueves, 5 de noviembre de 2015

Uno de 2007, para quien no se olvida


no recuerdo la muerte
aunque hemos hablado de ella con amigos
aunque alguna vez me ofreció su mano

mucho se ha dicho sobre ella

león dice que es reseca
silvio, que al cabo se ha vuelto su hermana
otros que esto y otros que aquello…

yo, simplemente, como heredia
quiero elegir el día para ella
y pido, lo mismo que sandro
que no me lloren cuando me vaya a la eternidad

papá siempre pide que cuando muera
nos encarguemos de que tío Vicente esté presente
para contar chistes

a mamá la muerte no le preocupa
pero siempre quiere que cuando le toque
estemos preparados para cuidarnos entre nosotros

yo quiero que al final de mi camino
cuando ya ni pueda tallar por los perros
ellos recuerden que yo hacía eso

quiero mi muerte como la de aquel
bromista de las mil y una noches
quiero mi funeral como lo tuvo vysokolán
alegre, con color,
no quiero que lloren mi muerte,
quiero (si valió la pena) que celebren mi vida,
los quiero de blanco
con fuerzas para continuar sus caminos

no recuerdo mi muerte
pero no me extrañen con tristeza
recuérdenme con alegría
como ustedes mismos son
con color
con magia

uno muere solo cuando se lo olvida