martes, 26 de abril de 2016

La-mi peluquera

ella gira alrededor mío
para controlar su trabajo desde todos los ángulos y
no apartarse hasta estar satisfecha de cómo queda

sus dedos en mi pelo
lo recorren como si esos secos laberintos circulares
fuesen para ellos apenas suaves cortinas de seda

siento que no le pago,
pues lo que suelo dejarle, además de pelo en el piso,
jamás compensa el viaje en el cual ella me embarca

y aún así vuelvo a buscarla, cada mes, cada vez,
porque mis manos no bastan
para reemplazar las suyas en la tarea de peluquear,
de darle forma a mi pelo, un límite o un orden

ya me he dicho que debo dejar de pensar en ella así,
que debo atender mi clase y
no apurarme por volver a casa y mirarla para sentir
que a mi vida -como a mi pelo- le da ella un orden

Macho alfa

a veces aflora de mi pecho el macho
y le prometo calor y placer infinito,
tener mi boca lista para reanimarla
luego de dejarla -y dejarla- sin aire,

ella se vuele pudorosa, se sonroja
y se cubre el pecho con una mano,
luego achina los ojos, me sonríe
y se muerde lentamente los labios,

luego de eso inicia un avance gatuno
y yo -sin opción- estallo por cada poro
mil poemas que no puedo escribir,
porque a mi lápiz se le rompe la punta

Olas

Hizo agua del aire
y de la cama el lecho marino,

sonrió, tomó mi mano
y me llevó al fondo…

no tomé aire, lo solté
y juntos fabricamos mil olas…

Chipa

cada quien lo quiere a su manera,
como le es más fácil,
como le enseñaron,
o como le gusta
por como queda después

el amasado puede ser una fiesta
y un ritual de creación,
de formas, de emoción,
sea la masa que sea,
siempre que se coma después

a nosotras nos hizo chipa el amor,
en un ritual mágico
nos juntó y amasó,
nos cocinó en su tatakua
y siempre, con cocido nos desayuna

miércoles, 20 de abril de 2016

Sinceramiento

No soy perfecto,
pero rozo la perfección,
unas veces encima de la sábana
y otras debajo de ella.

Y ella me hace lo que quiere.

viernes, 8 de abril de 2016

Pire pora

Cuando está pire vai
parece que nada sirve,
no hay forma de enfrentarla,
ni la música funciona.

Pero cuando está pire pora
alegra a todos con los giros de su baile,
y aunque no la haya,
se escucha una música como de agua,
como una cascada lejana y refrescante.

Y da gusto,
porque cuando está pire pora,
también su mamá lo está.
Mba'eichaitepa hikuái ipora!

Valle

las manos se frotan
para calentarse
y bajan la cuesta
erizándola toda,
como por el frío,
pero por el gusto

se frotan de nuevo
y se aventuran,
suben y bajan
por el valle
como perdidas,
pero por gusto

luego
la quietud crece
junto con la desesperación,
y de pronto el valle explota,
en simple,
intensa lluvia de flores

Chatitas de punta













Me gustas cuando
quedas hipnotizada por su baile,
porque te brillan los ojos y
tu sonrisa ilumina más que siempre.

Me gusta cuando
ella se te muestra agradecida
probándose esas chatitas nuevas
con las que camina y salta más.

Chatitas de punta
que con cada punta y flex
te hacen suspirar
por lo grande que la muestran.

Me gustas cuando
eso te desespera,
te hace flaquear las piernas
y debo fortalecer mi abrazo.

Cuando ella crece y tu flaqueas,
cuando me sostienes porque yo flaqueo,
en cada momento de esta aventura,
me gustas siempre.

Hipótesis

Ha de costarte un poco ignorarme,
recordar siempre
no saludarme educadamente.

O quizás no tanto,
fiel a Almodovar
y a su mala educación.

Separaste nuestros mundos
sin que hablemos,
como antes tanto querías.

A mí en particular,
no me preocupa mucho
el volverlos a juntar.

No sé qué pasó
pero tengo mis hipótesis...
(en mi casa vive un libro tuyo)