Se lee en las páginas y diccionarios etimológicos que hay en internet, que la palabra "recordar" proviene del latín “recordare”, conformada por el prefijo “re” – “de nuevo” y “cordare” que proviene de “cordis” – “corazón”, que es donde antiguamente se pensaba que yacían las facultades de la memoria.
Recordar significa mucho más que tener a alguien presente en la memoria.
Significa "pasar de nuevo por el corazón".
Entenderán que, siendo mi sangre misma, dejar de recordarlo es dejar de vivir.
y de repente,
en una de esas vueltas salvajes,
el reloj cayó y
se aflojó la manecilla de los minutos,
que quedó sin fuerzas
para subir la cuesta del 8 al 9
para goce mutuo,
no pudo llegar la hora pactada de adiós,
y el viaje siguió
ignorando que sol ya quemaba afuera,
hasta quedar sin fuerzas
y sin subir la cuesta del 8 al 9