viernes, 5 de abril de 2019

Beso

cerraron los ojos para vencer el nerviosismo
y juntaron sus labios muy suavemente,
los separaron enseguida y abrieron los ojos,
se sonrojaron,
se sonrieron, y volvieron a acercarse,
ahora con menos nervios
pero manteniendo la suavidad inicial

y volvieron a abrir los ojos
y esta vez parecían ventanas al infinito,
y se sonrieron así, infinitamente

y nuevamente juntaron sus labios
sintiéndose sin aire, sin peso,
se sentían felices y eso era todo

roto el tabú, sin mentiras,
no había nada que explicar,
ni siquiera a ellas mismas.

Coqueteos

coqueteos de oyuelos,
caricias tímidas de sus miradas,
una pista ya programada recibe play en la notebook,
y aunque realmente no es escuchada
invita al contoneo, al baile lento,
frente a frente primero, cuerpo a cuerpo después

la alfombra se hace, más que cama,
cielo y mar,
mar que continúa el baile lento con cadencia,
con tranquilidad,
yendo y viniendo sobre la orilla.
en ella, los dedos ponen de punta los pezones
y un suspiro fuerte salva de una muerte por falta de aire
e invita a la vida

coquetean los oyuelos,
y sonríen por darse la oportunidad
de ser ellos mismos