Tu cuerpo acostado es como el Yvytyrusu;
cientos de curvas, colinas y cerros
que compiten entre ellos en hermosura,
en esplendor y encanto.
Siento, es una maravilla de la naturaleza;
subidas y bajadas, boscosas o no,
que como la cordillera que anduve
se presenta tan dócil como indómita.
El Yvytyrusu tiene una cruz,
tiene un ex seminario y un cementerio.
De día o de noche tiene sombra y también luz,
tiene varias fuentes y saltos.
Tu cuerpo fue marcado con una cruz,
en él yo aprendería sobre Dios y lo buscaría,
lo mismo que sin problemas moriría,
siempre… sea de día o de noche.
Pero al pensar en las aguas,
símbolo antiguo de la vida,
no puedo más que respirar valiente,
y hacer un salto suicida a tu fuente.
2013