miércoles, 4 de mayo de 2022

Aroma

Mi nariz sigue su aroma,
o, más que seguirlo, es arrastrado por él,
se hunde en su pelo,
se pierde en él.
Mi boca suelta lo poco que me queda de alma
con un suspiro.
Mis labios se apoyan en su nuca,
mareados,
se resbalan y caen un poco por su espalda.
Se reincorporan luego, sin saber por dónde ir,
distraídos por el dulce aroma,
trampa mortal donde perder la vida.
Y sé que eso pasará cuando tiemblan mis piernas,
pues su aroma me somete y deja de rodillas.
Su aroma es una tumba apetecible,
de donde subo y caigo,
subo y caigo,
subo y caigo... caigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario