viernes, 30 de octubre de 2020

Querer

Quiéreme,
obsesivamente: quiéreme.
Quiéreme, y quiere también a quien quiero,
obsesivamente.
Quiérela,
como te quiero, quiérela.
Que será entonces un manto de gozo para ti,
un manto mágico.
Quiérenos,
obsesivamente te querremos.
Quemémonos con suaves caricias, con besos,
cada día y noche.

Quiéreme,
y quiéreme completamente.
Incompleto, yo igual te pido que me quieras,
queriéndola a ella.
Quiérela,
te lo pido por tanto quererte:
tú la mereces. Dueña del abrazo que quiebra
los malos abrazos.
Quiérela,
y ya no querrás otra compañía.
Entenderé, pues soy un poco como Cupido,
creando posibilidades.

Quiérela,
Cura mi alma, mata mi cuerpo.
Yo buscaré el horizonte, hallar otro tributo,
mientras la abrazas.
Quiérela,
que cuando ella sienta tu querer
la conexión ya no les permitirá separarse,
obsesionados a muerte.
Quiérela,
tanto y así no temer a las balas.
Se parte suya, defiéndela, obsesivamente,
solo a ella: a la libertad.

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