"Un bocado no es pecado",
dice mi suegra cada tanto,
a veces para probar algo,
a veces para compartirlo.
dice mi suegra cada tanto,
a veces para probar algo,
a veces para compartirlo.
Yo celebro su alegría de esos momentos,
y pienso en aquellos en que conocí a su hija,
pero,
sin coraje, siempre,
me aguanto recordarle que no me dejaba pecar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario