Él,
con la espalda en el suelo
y el miembro hacia el cielo,
sonríe celebrando su tamaño
y anuncia lo que le hará sentir,
cuando ingrese, lentamente.
con la espalda en el suelo
y el miembro hacia el cielo,
sonríe celebrando su tamaño
y anuncia lo que le hará sentir,
cuando ingrese, lentamente.
Ella,
con las rodillas en el suelo,
oculta en su propia cabellera,
sonríe diciendo que no se alabe
y extiende la húmeda lengua.
Sonríe celebrando su tamaño
y anuncia lo que le hará sentir,
cuando ingrese, lentamente.
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