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jueves, 2 de julio de 2020
Recuerdo breve
Tanto tiempo hace, y parece que ayer apenas nos volvíamos rojos con el color del suelo que hacía de lecho.
viernes, 17 de noviembre de 2017
El desfile del agua (o lo que no vemos todos los días)
Los frutos que estaban en el suelo del bosque daban cuenta de la llegada inminente de la temporada estival. Andaba con los pies desnudos y disfrutó esa idea, pese a lo fresco que estaba el aire. A su parecer, la naturaleza amaneció raramente silenciosa ese día de noviembre.
Ella sobrevivió a la noche, pero no había comido. Cuando los vio, del tapiz de colores puesto sobre la tierra, escogió los verdes, y juntó varios de aquellos guaviramí en cada mano. Los sacudió apenas por los muslos y los llevó a la boca de varios a la vez. Comestibles, exquisitos, solo masticarlos le devolvió la luz a los ojos y el alma. Escupió las cáscaras y sonrió. Otra tanda.
Luego de saciarse, agradeció por el alimento y enseguida notó que más allá había también mangos. Serán para el almuerzo, pensó y miró hacia el noroeste. Se dirigió al río, su murmullo era fuerte, había correntada. No, no era momento de cruzarlo. Se recostó por un árbol a mirar el desfile del agua y entonces, invencible, una lágrima rodó por su mejilla mientras pensaba que quería volver con su familia.
La correntada, el tiempo y su corazón se detuvieron por un segundo. Una canoa plateada apareció de pronto y alguien a quien no distinguía le preguntó si quería su ayuda para cruzar a la otra orilla. Ella dudó, pero ante la insistencia amable y sonriente, se levantó y se acercó cada vez más al agua. Cuando estaba por llegar, escuchó el rugido paralizante de un jaguareté a sus espaldas y vio cómo la canoa se alejaba de ella, más que surcando, volando sobre las aguas.
Eran unos pocos chicos y chicas, pero gritaron como miles. Su colegio estaba a media cuadra de Mcal. López y ese día llegaban temprano. Pese a la distancia, notaron que algo no estaba bien en la escena de allá abajo y no dudaron de correr y defender a la niña. Ganaron una batalla, pero aún no la guerra, pues para ella la ciudad seguiría siendo una selva. Lo supieron cuando vieron rodar una lágrima por su mejilla mientras pensaba que quería volver a su comunidad.
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domingo, 4 de junio de 2017
Recuerdo de junio del 97
Hace poco mamá nos visitó para almorzar, y de salida me dijo "traje algo para vos", y me pasó un papel doblado. No me animé a mirarlo enseguida, pero apenas nos despedimos miré qué era ese papel.
Era la carta que acompañaba a mi regalo para papá, por el día del padre, de hace ya 20 años. Papá la tenía guardada, y mamá la encontró en el lento de proceso de limpieza y ordenamiento que hace de su pieza.
Papá nos enseñó que la vida está hecha de detalles, como escribir una carta, o como guardarla, pese al divague de su contenido, o de la debilidades de redacción a la cual ahora puedo hacer algunas sugerencias.
Será el segundo día del padre separados, pero sé que el está cerca... como siempre estuvo, más cerca de lo que pienso.
Era la carta que acompañaba a mi regalo para papá, por el día del padre, de hace ya 20 años. Papá la tenía guardada, y mamá la encontró en el lento de proceso de limpieza y ordenamiento que hace de su pieza.
Papá nos enseñó que la vida está hecha de detalles, como escribir una carta, o como guardarla, pese al divague de su contenido, o de la debilidades de redacción a la cual ahora puedo hacer algunas sugerencias.
Será el segundo día del padre separados, pero sé que el está cerca... como siempre estuvo, más cerca de lo que pienso.
miércoles, 13 de julio de 2016
Orquídea
El domingo visitamos a mamá con las chicas. En un momento le pedí a Kary que me acompañe al patio. Quería mostrarle la hermosa flor que había brotado de una de las orquídeas, plantas que le encantan. Por supuesto, nuestras madres nos siguieron, aunque no sé por qué, si ya nos conquistamos, y no hay nada que puedan hacer, jaja…
Quedó encantada de la flor, blanca, hermosa. En medio del encantamiento del jardín en la noche, mamá expresó: “Tu papá plantó esa orquídea, pero se fue sin ver su flor. Pienso que ahora él sabe y está feliz. Encima mira hacia mi pieza…”.
Dentro de mí, el escuadrón de lágrimas tipo comando que ya estaba listo para salir, se relajó y replegó cuando sentí contenta a mamá, o al menos relajada. Cuando vi a mi amor engatusada con el regalo de la naturaleza e imaginándola allí frente a un espejo.
“Sí, se fue sin ver florecer muchas cosas, pero seguro que ahora él sabe y está feliz”, le respondí a mamá parafraseándola, mientras veía a Kary, radiante, compartir su emoción con el bebé que lleva dentro.
martes, 10 de mayo de 2016
Juego de cocina
El domingo, ya cerca del mediodía, nos visitó mi sobrina Xio. Hermosa, inquieta y terrible huracancita. Almorzamos todas juntas en casa de mi suegra, y apenas terminaron, Xio y la pinshe se nos adelantaron y salieron para jugar juntas.
Luego de ayudar con la limpieza de los cubiertos, salimos con Kary para ver cómo estaban las primas y las encontramos con un jueguito de cocina, en el que preparaban un caldo con agua y una variedad de hojas que recogieron de todo el patio.
De las veces que pregunté “¿Cuando termines me invitarás tu comida?”, la tercera fue la gota que colmó el vaso. Enérgica, Xio me respondió: “Nosotras no estamos cocinando, esta ko es la receta de una medicina con plantas ¡Somos dos científicas!”
Que idiota me sentí: Usé estereotipos de género. Con 4 años ¡La pulgui me cerró la boca!
…
Dentro de la literatura y teoría feminista, los estereotipos de género representan el conjunto de características asociadas a una determinada forma de ser, estereotipo o ideal de los comportamientos masculino y femenino. Decir por ejemplo que la mujer debe ser dulce y delicada, y que el hombre puede ser grosero y fuerte.
La mayoría de estas “representaciones” derivan del patriarcado y son de corte machista. El machismo es el conjunto de leyes, normas y actitudes que, de forma explícita o implícita tienen el objetivo de producir, mantener y perpetuar la opresión de las mujeres por parte de los hombres. Esta opresión se da en varios niveles: laboral, afectivo y sexual.
A este modelo socio cultural se han opuesto, a lo largo del tiempo, mujeres y ciertos hombres. Con el paso del tiempo, cada vez más personas lo han cuestionado, con mayor proporción de mujeres. Con el avance del conocimiento y el de los derechos humanos, muchos hombres (y al decir hombres me refiero a los varones, sin incluir a las mujeres), se dieron cuenta de que el machismo no es la mejor opción, y se oponen a él, lo abandonan.
La tarea, sin embargo, no es sencilla. Sucede que en el cotidiano hay prácticas sutiles, tan sutiles que pueden pasar desapercibidos, pero que reflejan y perpetúan las actitudes machistas y, principalmente, la desigualdad de las mujeres y los hombres. Estas prácticas, además, son legitimadas por la sociedad, a diferencia de otras formas de violencia más evidentes que no pueden dejar de denunciarse. Son los micromachismos. Hay bastante producción sobre el tema, aquí solo quiero hacer un resumen.
Son muestras de micromachismo una publicidad que diga “Autónoma, fuerte y bella. Podrías ser tú o…una aspiradora”, o “Bella e inteligente, lo que buscabas” en la promoción de una notebook. ¿Notas por qué? Las ideas se nos exponen magistralmente sutiles. Otro ejemplo es ver a dos niñas con un juego de cocina y suponer que en su mente están preparando un soyo, y no descubriendo una nueva medicina, porque el estereotipo que nos enseñan es que las mujeres son para la cocina y no para la ciencia. Micromachismo en acción!
Si alguien que se considera feminista muestra micromachismo, imagínense con qué facilidad lo harán las personas que no reflexionan sobre el tema. Aún queda camino por andar en la cuestión de conseguir la igualdad, lo importante es saber a dónde se quiere llegar.
Luego de ayudar con la limpieza de los cubiertos, salimos con Kary para ver cómo estaban las primas y las encontramos con un jueguito de cocina, en el que preparaban un caldo con agua y una variedad de hojas que recogieron de todo el patio.
De las veces que pregunté “¿Cuando termines me invitarás tu comida?”, la tercera fue la gota que colmó el vaso. Enérgica, Xio me respondió: “Nosotras no estamos cocinando, esta ko es la receta de una medicina con plantas ¡Somos dos científicas!”
Que idiota me sentí: Usé estereotipos de género. Con 4 años ¡La pulgui me cerró la boca!
…
Dentro de la literatura y teoría feminista, los estereotipos de género representan el conjunto de características asociadas a una determinada forma de ser, estereotipo o ideal de los comportamientos masculino y femenino. Decir por ejemplo que la mujer debe ser dulce y delicada, y que el hombre puede ser grosero y fuerte.
La mayoría de estas “representaciones” derivan del patriarcado y son de corte machista. El machismo es el conjunto de leyes, normas y actitudes que, de forma explícita o implícita tienen el objetivo de producir, mantener y perpetuar la opresión de las mujeres por parte de los hombres. Esta opresión se da en varios niveles: laboral, afectivo y sexual.
A este modelo socio cultural se han opuesto, a lo largo del tiempo, mujeres y ciertos hombres. Con el paso del tiempo, cada vez más personas lo han cuestionado, con mayor proporción de mujeres. Con el avance del conocimiento y el de los derechos humanos, muchos hombres (y al decir hombres me refiero a los varones, sin incluir a las mujeres), se dieron cuenta de que el machismo no es la mejor opción, y se oponen a él, lo abandonan.
La tarea, sin embargo, no es sencilla. Sucede que en el cotidiano hay prácticas sutiles, tan sutiles que pueden pasar desapercibidos, pero que reflejan y perpetúan las actitudes machistas y, principalmente, la desigualdad de las mujeres y los hombres. Estas prácticas, además, son legitimadas por la sociedad, a diferencia de otras formas de violencia más evidentes que no pueden dejar de denunciarse. Son los micromachismos. Hay bastante producción sobre el tema, aquí solo quiero hacer un resumen.
Son muestras de micromachismo una publicidad que diga “Autónoma, fuerte y bella. Podrías ser tú o…una aspiradora”, o “Bella e inteligente, lo que buscabas” en la promoción de una notebook. ¿Notas por qué? Las ideas se nos exponen magistralmente sutiles. Otro ejemplo es ver a dos niñas con un juego de cocina y suponer que en su mente están preparando un soyo, y no descubriendo una nueva medicina, porque el estereotipo que nos enseñan es que las mujeres son para la cocina y no para la ciencia. Micromachismo en acción!
Si alguien que se considera feminista muestra micromachismo, imagínense con qué facilidad lo harán las personas que no reflexionan sobre el tema. Aún queda camino por andar en la cuestión de conseguir la igualdad, lo importante es saber a dónde se quiere llegar.
lunes, 25 de enero de 2016
La visita
El jueves Junior pasó a la familia -por celular- las fotos de una paloma que llegó de visita a casa de mamá, entrando a ella por el museo de papá, Kuaapy Rokái. Mi hermano se preguntaba si no sería el espíritu de alguien conocido, y quien no temía a las personas que estaban en la casa, pues se posó y paseó amigablemente por cada rincón. El ave no huyó antes ni despúes de ser convidada con arroz integral y agua, a pesar de no estar herida. Por supuesto, lo aceptemos o no, todos pensamos en papá.
Viernes al salir del trabajo fui a visitar a mamá, y la encontré descansando en el quincho, y cerca de ella, a la paloma. "Ndohovéima katu", pensé, y recordé también a varias personas, a varios amigos que tienen el mismo estilo en sus visitas. Andrea, desde Itá, expresó su deseo de que el ave no se vaya antes de que Santi pueda verla el fin de semana, ver el "cu-cu" que su abuelo le enseñó a reconocer por el sonido.
En Luque, el sábado Kary me preguntó qué pensaba sobre "la visita". Le respondí que no sabía qué significaba, pero sabía que me daba una tierna alegría... y añadí que "si el domingo continúa en lo de mamá, y luego de ver a Ailén y a Santi se va, es papá que quiere saludar a todos sus nietos" (Arturo y Mateo ya estaban en Lambaré).
"La paloma es un símbolo de la permanencia del alma después de que la vida física se ha retirado. La paloma es el símbolo del alma, del espíritu. En las leyendas eslavas y celtas, se afirma que la paloma es un símbolo de la liberación de las almas de la tierra que ya han cumplido su destino. De hecho, cuando se ve, o se oye un especial arrullo de una paloma, se interpreta como una clara señal del retorno de un alma a los reinos celestiales, donde vivirá feliz eternamente" (tótem animal).
No se te olvida viejo: Que gusto que estés bien.
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