llegaste por
primera vez y yo sabía sin embargo que ya antes estuviste
estuviste
antes de nacer
antes de conocernos
eras desde
siempre parte mía y yo parte tuya
aunque en
respeto uno se quedaba más atrás que el otro
volvías a mí
como enamorado, encantado, sonriente
paseabas mi
cuerpo por primera vez con tus propios pasos
dejabas
huellas y recuerdos ajenos para dar lugar a tus propias visiones
tu propia
visión y emoción de tu hermana naturaleza
de los
fantasmas y espíritus del bosque que se resiste a morir
que como en
el principio y otros tiempos
sigue
ofreciéndose no solo como inhóspito sino principalmente bello...
te reconocí
como reconocí a tu padre y a su padre
como
reconocí a los padres de aquél y también a sus padres
me hice
parte tuya en la emoción que sentiste al verme
me hice vos
en el calor que te ofrecí
en el polvo
en los pozos y en las piedras de cada picada
en la lluvia
de mariposas que te embriagó de alegría (“forever”)
en el beso
mío que te dejó secos los labios y la garganta
que sentiste húmedos y dulces recién
al probar
algo de la miel que tiernamente dejé
en tu camino...
te ofrecí
todo
me entregué
por nada
sané tu
preocupación del agua con la lluvia que te dejé
(y cuando
fue ella tu preocupación enseguida la alejé)
te di las
millones de estrellas con las que siempre sueñas
y aunque no elegiste
ninguna como la más bella
te
ofrecieron la oportunidad de charlar con ella
me hice tuyo
en los sonidos y los silencios
en el
espíritu de cada compañero
en cada sonrisa en cada mosquito
en cada arañazo en cada
vuelo...
me hice tuyo
en toda la poesía que te dí
y que
a pesar mío
todavía no
podrás captar...
me hice
parte tuya
y te quise
tanto como pude,
tú, ¿eres
parte mía?...
15 enero 2007, Lagerenza
19 enero 2007, Lambaré
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